¿Qué es lo que se esconde cerca de Andrómeda?
Primero fue un astrónomo aficionado: Giuseppe Donatiello encontró una «mancha» interesante en los datos de la Cámara de Energía Oscura del telescopio de 4 metros Víctor M. Blanco. Luego, con la ayuda del telescopio Gemini North, de mayor tamaño y 8,1 metros, los profesionales observaron más de cerca y confirmaron que el objeto, entonces llamado Pegaso V, era una galaxia enana ultra tenue situada en el borde de la galaxia de Andrómeda. Las observaciones revelaron que la galaxia parece ser extremadamente pobre en elementos más pesados en comparación con galaxias enanas similares, lo que significa que es muy antigua y probablemente representa un fósil de las primeras galaxias del universo. Además, la formación de estrellas en esta galaxia debe haberse detenido muy pronto.
«Hemos encontrado una galaxia extremadamente tenue cuyas estrellas se formaron muy pronto en la historia del Universo», comenta Michelle Collins, astrónoma de la Universidad de Surrey (Reino Unido) y autora principal del artículo que anuncia el descubrimiento. Se cree que las galaxias más débiles son fósiles de los primeros ejemplares que se formaron tras el Big Bang. Como reliquias, contienen interesantes pistas sobre la formación de las primeras estrellas. Aunque los astrónomos creen que el universo está repleto de galaxias débiles como Pegasus V, todavía no han descubierto tantas como predicen sus teorías. Si efectivamente hay menos galaxias débiles de las previstas, esto supondría un grave problema para nuestra comprensión de la cosmología y la materia oscura.
Descubrir ejemplos de estas galaxias débiles es, por tanto, una empresa importante pero difícil. Parte del reto es que estas galaxias débiles son extremadamente difíciles de detectar, ya que aparecen sólo como unas pocas estrellas dispersas ocultas en grandes áreas del cielo. «El problema de estas galaxias extremadamente débiles es que tienen muy pocas de las estrellas brillantes que normalmente utilizamos para identificarlas y medir sus distancias», explica Emily Charles, estudiante de doctorado de la Universidad de Surrey que también participó en el estudio. «El espejo de 8,1 metros de Gemini nos permitió encontrar estrellas débiles y antiguas que pudimos utilizar tanto para medir la distancia a Pegaso V como para determinar que su población estelar es extremadamente antigua.